andres marrugo

La tortura de esperar

Hace unos días leí un articulo en el New York Times acerca de la tortura de esperar, en particular cómo se nos hace eterno el tiempo si no estamos haciendo algo en concreto. De manera contraria, cuando estamos entretenidos la sensación es que el tiempo transcurre mucho más rápido.1

El ejemplo que pusieron en el artículo me llamó mucho la atención en cuanto revela cosas propias del comportamiento humano. En el aeropuerto de Houston solían recibir demasiadas quejas por la larga espera al recoger el equipaje. Como respuesta, los directivos contrataron a más personas y el tiempo promedio de espera se redujo a 8 minutos, un tiempo excelente de acuerdo a los estándares internacionales. Pero las quejas continuaron.

En definitiva, resolvieron el problema trasladando las puertas de llegada al terminal de tal manera que los pasajeros debían caminar mucho más (de hecho, seis veces más) y tardaban unos 15 minutos hasta llegar a las cintas para recoger su equipaje. Por supuesto, al llegar a las cintas las maletas ya estaban esperándoles y como dato curioso cesaron las quejas.

El articulo continua al incluir resultados de investigaciones en este área del comportamiento humano y revela cuestiones interesantes como la percepción que tenemos del tiempo cuando estamos en una cola. Si la cola es larguísima, y muy a pesar de estar avanzando rápido, nos haremos a la idea que tardaremos mucho. Por eso en los parques de atracciones esconden las colas en forma de espirales, para darnos la sensación que es más corta de lo que parece. La verdad recomiendo que lean el articulo, pues revela cuestiones curiosas del comportamiento humano. Cuestiones que aunque sabiéndolas a ciencia cierta seguiremos repitiendo porque hacen parte de nuestra percepción y de lo que somos. Para nosotros el mundo es lo que parece y nunca al contrario.

  1. Algunos hasta asegurarían que de esto se trata la relatividad. Pero no, esto es un puro efecto psicológico que parece estar incrustado en nosotros.

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