El otro día me gané un libro que se sorteó en un blog al que sigo. Me hizo mucha ilusión ya que tenía muchas ganas de leerlo. De no habérmelo ganado, probablemente lo hubiese comprado, (incluso teniéndolo en físico he decidido comprarlo también en formato digital) pues el autor es una de esas personas peculiares del internet¹ con una historia fascinante por contar y me siento orgulloso al apoyar a alguien así. El libro se llama “A Brilliant Novel in the Works” por Yuvi Zalkow.

El libro me llegó hace unas semanas por correo y así tal cual sigue estando en una repisa de la sala de mi casa. Por mas ganas que tengo de leerlo, no he encontrado el momento ni el espacio para comenzar. Es cierto que últimamente casi no tengo tiempo, pero también es cierto que el libro en su forma – como libro físico que es – no me invita a aprovechar los ratos libres que tengo disponible. Sea porque se me olvide meterlo en el bolso, o sacarlo para tenerlo en la mesa de noche, siempre hay algún motivo o excusa para tenerlo demasiado lejos de donde estoy y no poder ir por él.

Últimamente leo (casi) todo en formato electrónico, sea en el computador o en mi iPod touch. Lo encuentro muy conveniente. El iPod lo tengo siempre conmigo en el bolsillo del pantalón y no me estorba en lo más mínimo. Con la gestión de datos en la nube² tengo siempre mi información sincronizada y no tengo que estar pensando en qué cosas incluir o no. Pero lo verdaderamente útil para mí, es el tenerlo siempre a la mano y poder leer antes de dormir, mientras pongo a dormir a mi hijo, haciendo cola en un banco, en el tren, etc. O incluso, como estoy haciendo ahora, escribiendo esta entrada desde la comodidad de mi cama y con las luces de la habitación apagadas³.

Hay algo a lo que yo le llamo el “tiempo muerto”. Es aquel tiempo en que independientemente de nuestras decisiones tenemos que dejar pasar. Últimamente siento que aprovecho mejor el tiempo muerto y que también lo paso mejor. Leo más, escribo más, vivo más.

Como ya corregí al principio de esta entrada⁴, evidentemente me compré también la edición digital del libro de Yuvi Zalkow y lo llevo ya casi por la mitad. No escribo con la intención de recomendarlo, pero para el que le interese hay risas aseguradas. Y ya que estoy con la pseudo-recomendación hace unas semanas me leí un muy buen libro: “The Writer” por Cristian Mihai, un joven escritor rumano. Es un gran blogger y se ha publicado su libro él mismo. Una persona sin lugar a dudas para seguir en el internet.

No seguiré más, ni entraré en más detalles de lo versátiles que son estos dispositivos móviles, pero si haré hincapié en que utilizándolos de una manera adecuada se les puede sacar un provecho impresionante. No soy quien para decir qué hacer o no hacer con ellos, pero para mí son mucho más que simples dispositivos para el consumo de contenidos.

Un pequeño apartado sobre el papel

Ocasionalmente, si tengo que revisar o editar algún trabajo la última revisión la hago en papel, pero sólo como estrategia para cambiar de formato y poder captar pequeños detalles y errores que se le pueden escapar a uno. No sé qué tiene el cambio de formato, pero sí creo que influye en como percibimos un texto.⁵