andres marrugo

La distancia más corta


Una línea recta puede ser la distancia más corta entre dos puntos, pero de ninguna forma es la más interesante.

–Doctor Who, en “The Time Monster” de Robert Sloman, BBC, 1972.

En ocasiones lo evidente, lo coherente y lo lógico, no resultan necesariamente en momentos significativos en nuestras vidas. Imagina lo aburrido que debe ser, cuando todo sale perfecto. Casi siempre, los mejores recuerdos los tenemos por esos pequeños errores que derivan en nuevas realidades colapsándose ante nuestros ojos.

Hoy, estuvimos en una cita médica en el centro de Cartagena. Habíamos aparcado el carro unas tres o cuatro cuadras de dónde estábamos. Así que al salir, lo lógico era caminar directamente hacia el parqueadero, pagar y regresar a casa. Esto es algo que hemos hecho unas cuantas veces, y al salir sin pensarlo mucho estábamos caminado hacia el parqueadero, como siempre hacemos. Sin embargo, hoy era diferente, habíamos traído a los niños.

Al llegar a uno de los accesos a la muralla, Nicolás enseguida insistió en que debíamos caminar por la muralla. Que la calle era aburrida – y en efecto lo es. Qué mejor que caminar de regreso mientras miras el mar y tienes bajo tus pies una fortificación de alrededor de cuatrocientos años.

En realidad creo que no se trata de aventurar e ir a dónde el viento lo lleve a uno. Se trata más bien, de tomar consciencia de nuestras vidas, de no dejarnos llevar siempre por la rutina. Que hasta una simple ida al médico, puede convertirse en un motivo para escribir y reflexionar.

Haciéndole espacio a la ficción


El arte es para nosotros como un alimento para sobrellevar la rutina y lo banal. En lo práctico no se encuentra inspiración, en cambio lo bello y sencillo, lo armonioso, nos traslada a otros lugares y nos hace creer en algo mejor que nosotros mismos. De eso se trata la vida – por lo menos la vida digna.

Es así como comienza mi historia, no una particularmente interesante, sino una que lucha por empaparse de otras, especialmente las imaginarias y fantasiosas.

No es fácil hacerle espacio a la ficción en nuestros tiempos. Entre el trabajo, la rutina, y los que tenemos hijos pequeños, vaya si recordamos la última vez que fuimos a cine. Y para la vergüenza de muchos, cuando y cuál fue el último libro que leímos.

Muchos dirán que la ficción abunda en sus vidas porque se ven Juego de Tronos o porque de vez en cuando le arrancan horas al sueño y se ven alguna serie en netflix. Pero la verdad, es que no le hacemos ni el espacio, ni el tiempo que se merece. Porque sin la ficción, la vida es plana. Y en los mundos planos no existen las montañas rusas.

Ante este reto, mi esposa y yo decidimos que teníamos que hacer algo. Que no podía ser que la vida misma se nos consumiera sin darnos cuenta. Que queríamos aprovechar los tiempos muertos. Así hicimos.

Hoy “leemos” (escuchamos) audio libros en el trayecto de casa al trabajo y vuelta. Y esto ha sido una maravilla. Es como un secreto que compartimos y sólo los dos, como un par de confidentes nos subimos al carro, cruzamos las miradas, un pequeño guiño, le extiendo el celular y ya sabemos por dónde va la cuestión. Comienza una aventura al medioevo, o a Montevideo de los años 40, o quién sabe dónde. Eso es lo bello, eso es estar vivo.

Burbujas

En uno de los últimos episodios de You Are Not So Smart Podcast en que discutían sobre falacias lógicas y la argumentación, tocaron un tema que creo que es relevante ahora más que nunca. Además el ejemplo que pusieron es tan real que me dejó perplejo.

En un mundo como el de hoy, la mayoría de nosotros vive en una especie burbuja. Solemos relacionarnos con personas que tienen gusto/opiniones similares a nosotros. En Twitter o Facebook solemos seguir a personas con quienes congeniamos (además el algoritmo de Facebook está optimizado para que sólo nos muestre lo que aparentemente tiene más probabilidad de gustarnos). Nos informamos de medios, prensa, TV, etc, que están alineados con nuestras convicciones. Y todo esto nos lleva a ser incapaces de reconocer que existen otras realidades, tan válidas como la nuestra, pero que nos pueden parecer completamente descabelladas.

Es así como nos preguntamos, ¿pero cómo puede haber gente que apoye a Trump? Y resulta que sí. Que debe haber millones de personas, que en su feed de Facebook todos los días le salen noticias y comentarios de gente hablando sobre lo maravilloso que es Trump, lo mejor que estaría EEUU sin extranjeros (eso es una falacia por sí misma), o comentarios racistas, entre otros disparates. Y todo eso resulta normal. Ellos en su burbuja.

Por lo tanto, lo mejor es intentar informarse de distintas maneras y de diversas fuentes. De intentar ver el mundo a través de los ojos de otros, así no sea de nuestro agrado o que esté alineado con nuestras convicciones. Sólo de esta manera, podremos reconocer a todas las personas como auténticamente diferentes, pero más importante, podremos anticipar desafortunados acontecimientos como la candidatura de un charlatán y demagogo.

Que nos dejen tranquilos

En estos días escribí algo interesante en el Mundo de Alo y Nico. Te recomiendo que lo leas. Con esa entrada no quise decir que somos los padres perfectos y que todos deben hacer las cosas como nosotros. Sólo he puesto allá afuera lo que nos ha funcionado y lo que no, cada quien hace lo que crea conveniente.

Estrés académico

Estres academico

Hay momentos en la vida en que la emoción por haber conseguido algo es rápidamente eclipsada por la realización de las implicaciones que tiene ese acontecimiento.

El mundo de Alo y Nico

Hace unas semanas mi esposa revivió un blog que había creado en el 2011 y al que no le había dedicado más que una entrada. El blog, que lleva por título El mundo de Alo y Nico, tiene la intención de documentar un poco nuestras vivencias en lo que respecta a criar a nuestros hijos. Nuestras decisiones y reflexiones.

Se me olvidaba comentar que yo también soy autor del blog. Aquí puedes encontrar mi primera entrada. Quise hablar sobre desvelar algunas cosas que a primera vista parecen inalcanzables para nuestros hijos, y que con un poco de empeño y buena instrucción se pueden alcanzar.

Plantilla LaTeX en Overleaf para informes de laboratorio

Una de las grandes barreras de entrada a LaTeX era lo relacionado con la instalación y compilación de documentos. LaTeX técnicamente no es un lenguaje de programación, pero para efectos prácticos es indistinguible de uno. Y esto complica un poco su utilización al principio, muchos abandonan y regresan a seguir peleando con MS Word.

De cero a uno

Stairs

De 0 a 1 el salto es infinito.
Crear de la nada cuesta mucho.
De 1 a 2 el salto es 1.

J.E.

Hace unas semanas estuve conversando con un amigo del departamento donde hice mi doctorado en España. Le estuve comentando sobre mi trabajo acá en la universidad en Colombia y cómo estaba todavía intentando arrancar con proyectos y la investigación.

Él me dijo algo que me hizo reflexionar y es el mensaje que quiero compartir en este entrada. Pasar de cero a uno es infinito, de uno a dos es sólo uno. Arrancar, comenzar, escribir la primera línea con la hoja en blanco, crear de la nada, cuesta mucho y efectivamente a veces parece un esfuerzo infinito. Cuando ya se ha comenzado con algo, seguir haciéndolo cuesta menos.

He estado buscando financiamiento, sin éxito, para algunos proyectos de investigación que hemos planteado entre varios profesores. Buscar financiación no es cosa fácil y es el gran dilema de los investigadores. A veces siento que no debo enfocarme sólo en la financiación. He decidido centrarme en algunas cosas más elementales, trabajar con las uñas si es necesario, pero sobre todo, hacer limonada con los limones que he recibido.

Ya he comenzado con algo. No es mucho, pero el infinito se está haciendo más pequeño.

Hobbies y definirse uno mismo

“Their passion and their enthusiasm for something in their lives tends to be a good indicator,” […] “You show me somebody who doesn’t have a hobby and I’ll show you someone who is not very creative. It’s about having passion about life and making things.”

Nolan Bushnell, Atari co-founder on ‘Finding the Next Steve Jobs’

Como parte de mi trabajo en la universidad, antes de iniciar un semestre entrevistamos a los aspirantes a estudiar ingeniería. Hay una pregunta concreta que se les hace sobre sus cualidades y qué los hace ser quienes son. La verdad es que la mayoría no saben qué responder, se quedan sin palabras – y sin adjetivos – para describirse a si mismos.

El efecto limpiador


photo credit: Jeff Parrott via photopin cc.

La ilusión de lo que podría ser, siempre es más grande y poderosa que la realidad de lo que realmente termina ocurriendo.

La sensación sublime de la simplicidad. La elegancia de lo sencillo. Compartir un café en el ultimo par de tazas que no empacas porque están medio rotas. Deshacerte de todo aquello que es superfluo es liberador.

Cada dos o tres años deberíamos mudarnos de lugar, no por el estrés del viaje sino por el efecto limpiador. Simular el viaje puede ser más práctico, limpiamos nuestra casa y el espíritu también – sin el estrés por supuesto.

Los diseñadores modernos (y los japoneses de toda la vida) son conscientes de la importancia del espacio vacío. Llenar de nada un espacio es resaltar lo verdaderamente importante.

A veces llenamos nuestras vidas de tantas cosas cuando en realidad para vivir bien sólo necesitamos unas pocas. También llenamos nuestras vidas de todo lo que nos llega porque pudiera ser importante, porque lo podría necesitar después, muy dentro de nosotros sabemos qué vale la pena guardar y qué no.