andres marrugo

Hay que ser pobres para innovar

Hace unos días en la reunión nacional de óptica asistí a una charla interesantísima sobre sensores 3D presentada por el profesor Gerd Häusler de la universidad Friedrich-Alexander en Erlangen (Alemania). Al comenzar la charla hizo algo curioso. Dedicó los primero minutos de la charla a enviar un mensaje especialmente dirigido a los políticos y de manera seguida lanzó unos consejos para los jóvenes investigadores. Por su puesto en el evento no había la mas mínima representación política y estoy seguro que todos los presentes estuvimos de acuerdo con su llamado de atención. De todas maneras comparto aquí el mensaje con el afán de darle algo de divulgación. Para los dirigentes políticos lanzó la siguiente frase

Si la educación es costosa, prueba la ignorancia.

Gerd Häusler, XRNO Zaragoza, 2012

Me parece que el mensaje es lo suficientemente claro, aunque pareciera que a muchos políticos les costara de entender. En esta línea de criticas mostró una gráfica al referirse sobre el desarrollo de un país y la relación entre el éxito versus el tiempo invertido en la formación académica. Como tal, el éxito sólo se consigue tras la dedicación de mucho tiempo y esfuerzo. ¿Qué crees que pasaría si cortásemos el proceso de formación? Pues tendríamos el mercado laboral repleto de profesionales a medio hacer, cuyo curriculum además de la falta de experiencia también deberían agregarle la falta de formación. A dicho corte le llaman el “Bologna cut-off” en relación al controvertido proceso de Bolonia y el Espacio Europeo de educación superior.

Success vs time
Éxito vs. tiempo.

Después de las criticas correspondientes para la clase dirigente, enfatizó en que no debemos obstinarnos por conseguir dinero, sino intentar mantenernos activos y curiosos para poder disfrutar de lo que hacemos. Según él, al estar siempre tras el dinero perdemos la perspectiva de por qué nos metimos inicialmente en la ciencia y en esto estoy completamente de acuerdo. No hay que perder la perspectiva, ni la esencia de lo que somos. Hay que mantenerse fieles a nuestros principios, pero con la mente abierta para enderezarlos cuando sea oportuno.

Por último y para el deleite de los asistentes insistió en que la formula para ser innovadores pasa por ser pobres. Vaya frase y vaya momento para insistir en ello. Aunque no sea tan evidente esta última anotación, resulta por lo menos llamativa en cuanto hace alusión a una de las cualidades más sorprendentes del ser humano1, nuestra capacidad para inventar e innovar. Parece ser que cuando nos encontramos ante verdaderas adversidades, nuestra capacidad para innovar y producir soluciones óptimas es lo que nos conduce a superarnos y solventar las dificultades. Con tanto recorte en Europa, parece que no hubo antes mejor momento para dedicarse a innovar y pensar en hacer las cosas de una manera diferente. ¿Qué piensas tu?

  1. Tan sólo hace unos cuantos días escribí al respecto, sobre lo que somos y como admiro el intelecto humano.

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