El camino más común después de un doctorado suele ser continuar con un postdoc y permanecer en la academia. De tal manera que se intenta sobrevivir con proyectos y contratos de investigación hasta que se pueda obtener alguna plaza de investigación o docencia. Sin embargo, una de los caminos menos recorridos y que parece más arriesgado es el de los negocios. En un artículo reciente en Soapbox Science Jerry Nguyen, Doctor en neurociencia, escribe
When I first considered leaving academia, I anxiously wondered, “Who would want to hire a systems neuroscientist who specializes in 3-dimensional vision?” Seven years later, with a career that has spanned healthcare management consulting, window decorating at Pottery Barn, finance, and global health consulting, I think I have a pretty good answer.
– Jerry Nguyen, PhDelta: PhD what is it good for? #leavingacademia
Su ansiedad partía del hecho en considerar que se había especializado tanto en un área en particular, que creía que nadie lo contrataría por ese hecho. La verdad es que el doctorado no se trata solo de especializarse en un área del conocimiento, sino también de obtener un entrenamiento que moldea tu forma de trabajar y pensar. El Dr. Nguyen continua resaltando cosas que aprendió durante su doctorado que a priori no hubiese considerado, como gestión de projectos, la capacidad de hacer buenas preguntas, y ser un autodidacta profesional. Es ésta última habilidad la que en mi opinión se ejercita más durante el doctorado. Gran parte del doctorado se trata de estar solo y sacar los resultados adelante con esfuerzo, dedicación y una gran dosis de auto-confianza. El artículo es corto pero resume bien alguna de las ventajas de la formación doctoral y las falencias también a la hora de embarcarse en la aventura del doctor/business man.